En esa imponente naturaleza afloró una cultura que supo convivir con estas fuerzas, supo adaptarse para pervivir en el ciclo del tiempo. Al día de hoy, la cultura Lickan Antai, sigue desarrollándose y luchando por su visión y progreso, ya sea en los ayllus (Catarpe, Solor, Cucúter, Coyo, Quitor, etc.) o integrados a la comunidad nacional, como un preclaro indicio de la manera que ha de desarrollarse la humanidad en armonía con la naturaleza.

Un potente patrimonio cultural y natural, que en el primero de los casos es atravesado por oleadas humanas de distinta índole (Lickan Antay, en algunos sectores Quechuas, Aymarás, Inca, España, Bolivia, Chile), así como flujos migratorios importantes, dada ciertas bonanzas en diversos periodos históricos.

Toda esta actividad humana, lega un patrimonio que es necesario conocer y profundizar, geoglifos, petroglifos, pukarás, tambos, la época española, la bonanza salitrera, la era del cobre, etc., todo ello matizado con la bullente actividad de la capital minera de Chile.

En Calama y en la provincia es posible observar un número mayor de fenómenos celestes en comparación con otros lugares, en estos cielos es posible acceder a estrellas que no son posibles de observar en otras latitudes del planeta. Este análisis - por ejemplo - les permitió a los antiguos habitantes guiarse en sus caravanas, en su comercio, en el contacto y administración del territorio (los incas construyeron carreteras que comunicaban este territorio con los vecinos países)

Baja contaminación lumínica, alto nivel de nitidez, transparencia del cielo y las excepcionales condiciones meteorológicas, permiten que se ubiquen importantes centros astronómicos que buscan las respuestas en el infinito universo.

El Río Loa atraviesa gran parte del territorio, es el más extenso de Chile. Nace en la Cordillera de los Andes y recorre por más de cuatrocientos kilómetros hasta llegar al Océano Pacífico, atravesando el desierto más árido del planeta. Ha sido la fuente de vida para todo el tejido de historias que permiten la existencia en esta excepción geológica. El Rio Loa, trae a cuestas tantas historias que es fundamental conocer.

Calama, nace como un tambo, el más grande de la época prehispánica, en su territorio se plasma y resume toda aquella belleza excepcional que nos ha legado la naturaleza con sus fuerzas y armonías, y que la actividad humana ha mediatizado a través de las más diversas expresiones.

Hoy lucha por mejores cuotas de sueños en su futuro inmediato.

Calama, El Loa, descúbrela, conócela, vívela, enamórate....